BIENVENIDOS

"No todas las culturas necesitan libros en la misma medida. De hecho, muchas culturas se las han arreglado muy bien sin ellos, principalmente debido a la existencia de una abundante tradición de narrativa oral. Sin embargo, en el mundo moderno y postmoderno la tradición oral se desmorona, y en algunas sociedades este fenómeno sucede con tanta rapidez que una tradición oral que se desvanece no es reeplazada a tiempo por libros, por relatos escritos; como resultado, muchos niños quedan expuestos a crecer sin el cuento. Y, esencialmente, aquello de lo cual no podemos prescindir es el cuento, sin importar si se encuentra escrito o se transmite oralmente."
Jostein Gaarder (Filósofo y novelista noruego)

LEYENDAS III

LA BRUJA ENVIDIOSA


Contaba la abuela Ninfa Velásquez, que hace mucho tiempo por las calles de Canalete se paseaba en horas nocturnas y muy oscuras, una bruja envidiosa. Mi abuela tenía una hija que se había casado con un hombre borrachín y mujeriego. De la unión de la pareja nació un niño bastante hermoso.

Todo era felicidad en aquel hogar hasta que un día, en horas de la noche escucharon caer sobre el techo de la casa alguien o algo de gran tamaño. El niño lloraba con mucha frecuencia ya que lo que se paraba sobre el techo le causaba mucho temor. Al poco tiempo los padres del niño empezaron a sospechar que era una malvada bruja que quería robarse al bebé, los padres pusieron a salvo al hijo cambiándolo de lugar pero viviendo en el mismo pueblo para así salvarlo de la envidiosa bruja.

Al parecer, a la bruja no se le había olvidado su macabro plan; según cuenta la abuela, ya que una noche muy oscura y lluviosa la pareja escuchó extraños ruidos en la casa, lo cual les causó temor y corrieron hacia donde dormía el niño; pero era demasiado tarde porque no lo hallaron en el lugar.

Los padres desesperados buscaron afanosamente al niño por toda la casa y lugar donde se les pudiera ocurrir pero sus esfuerzos eran en vano. La noche se volvió larga y tortuosa para los angustiados padres y vecinos, el tiempo pasaba pero del niño no se sabía nada.

Al amanecer un señor que pasaba por el frente de la casa y se enteró de lo que ahí estaba sucediendo contó que en la orilla del rio Canalete cerca al puente escuchó ruidos, los cuales parecían llantos de un niño. Los atribulados padres no dudaron un instante y salieron a revisar en las orillas del río, luego de 15 minutos de búsqueda encontraron al niño tirado entre los matorrales, estaba sucio y con muchos moretones en el cuerpo.

Mi abuela Ninfa comentaba que nunca se supo para qué la bruja lo querría, si para hacer alguna brujería, para hacerle daño al niño o los padres de éste, lo que sí asegura es que la bruja nunca más volvió.


LA DEVORADORA DE HOMBRES
(La Cabaña)


Hay quienes aseguran que es la misma “Pelo de Oro” y quien tiene la dicha de verla muere en circunstancias extrañas.

Vivía en la región de La Cabaña, zona rodeada por los tecales del Páramo, un joven bien parecido, quien cierto día cuando hacía una travesía por aquellos tecales escuchó una melodía, una voz de mujer entonaba una hermosa canción. Lleno de curiosidad se acercó al lugar de donde salía tan encantadora voz; tal fue la impresión que se frenó en seco cuando vio que ahí sentada en una inmensa piedra estaba la autora de aquella voz. Su rostro estaba enmarcado con abundante rizos que brillaban a la luz del sol como si fueran de oro, lo miraba con tantas ansias como si estuviera esperando su llegada, sus miradas se chocaron y fue tan fuerte el impacto recibido que pensó ¡un rayo me atravesó!, cuando reaccionó pensó en huir pero ella lo retó a que se quedara.
- ¿Por qué tardaste tanto? no tengas miedo y acércate.
El joven temblaba y no atinaba a pronunciar palabra alguna e intentó huir nuevamente, pero ella insistió.
- ¡No huyas de mi! De ahora en adelante no te me escaparás, a donde vayas iré contigo; vas a ser mío, mioooo!, el joven no lo dudó más y corrió sin parar hasta que llegó a casa de sus padres, casi sin aliento lo vio llegar su mamá y le preguntó:
- ¿Quién te persigue muchacho? Parece como si te siguiera el mismo diablo.
- Es la pelo de oro mamá, la vi, la vi, pero no dio más explicaciones.

A partir de ese día, la hermosa mujer siempre se le aparecía al joven, lo llamaba, le hablaba, se acostaba a su lado en la hamaca y sólo muy entrada la mañana ella se marchaba. El apuesto joven sin embargo no se animaba a contarle lo que le sucedía a nadie.

Así transcurrió un tiempo y por fin se decidió a contarle a sus padres lo que le estaba ocurriendo, pero parece que fue demasiado tarde, la hermosa mujer le había preparado su destino y así se lo hizo saber.
Cuando estaba a punto de cumplir los 18 años, recibió la extraña visita, esta vez le anunció que el día de su cumpleaños se lo llevaría al sitio donde vivirían juntos para siempre.

Cuentan los vecinos que el día del cumpleaños, el muchacho se fue al monte a sembrar maíz, en esa tarea estaba cuando lo mordió una culebra de considerable tamaño y lo mató al instante.

Cuando lo estaban velando, vieron por unos pocos instantes a una hermosa mujer parada delante del cadáver. El cadáver fue enterrado en un cementerio cercano. A los pocos días llegó el papá quien por no estar presente el día de su muerte y entierro quiso verlo, fue al cementerio, sacó a su hijo de la tumba y cuál no sería su sorpresa y dolor al ver a su hijo con piquetes por todo el cuerpo, sin embargo lo volvió a enterrar y este hecho se olvidó con el transcurrir de los meses. Al año de muerto sus familiares quisieron sacar los restos para guardarlos en un nicho pero su sorpresa fue mayor al encontrar la tumba vacía, no había señales del muerto por ningún lado.

En la región se comenta que la mujer que lo perseguía se lo llevó.


EL TESORO ENTERRADO



En Brisas del Rio un pueblito de Urabá, en una finca llamada “Decisiva” del abuelito materno de una hermosa muchacha, sucedió un hecho muy misterioso del cual afirman los familiares de ésta, que hoy vive en Canalete, los llevó a una situación económica difícil y fue la causante de los trastornos mentales que hoy afecta a uno de sus tíos.

Al momento de morir los abuelos maternos de la joven, la finca fue repartida entre los herederos. En la parte que le correspondió a la mamá, vivían tres tíos por el lado paterno, llamados Aníbal, Guillermo y Amaranto, ellos cosechaban plátano, maíz y arroz.

Los tíos paternos de la joven, nunca vieron con buenos ojos la repartición de la herencia que les tocó de la abuelita por lo que siempre vivían reclamándole a su hermana tal hecho y buscándole problemas. Pasó cierto tiempo en esas circunstancias, los tres hermanos vivían ocupados en el arte de cultivar, hasta que una tarde, sorpresivamente salieron unos muñequitos detrás de la casa; y con el pasar de los días se presentaron otros casos no menos espeluznantes: a siete metros de una lomita cuadrada salía una serpiente, un toro bramaba debajo de la tierra, en la noche salía un aparato, otras veces escuchaban el estrépito de una platera al caer o sentían que les movían la casa.

Un día quedó Amaranto solo en la casa y se puso a sembrar maíz, cuando de repente sintió un fuerte brisón y un remolino que se le metió por los oídos y por la nariz volviéndolo prácticamente loco, hecho que motivó al papá de la joven a llevárselo a vivir a Canalete. En aquella finca sólo quedaron dos hermanos.

Al mes de aquel misterioso hecho, a las seis de la tarde vieron una especie de dragón a seis metros de la casa, tras lo cual se formó una tempestad y una hediondez a azufre. Ante tal hecho, el mayor de los hermanos quedó semiparalizado, empezó a rezar el Padre Nuestro, se agarró de la cerca y se recuperó y logró perseguir al aparato, el otro no tuvo ánimos para nada. Esa noche tuvieron que salir de la finca e irse para el pueblo, Al día siguiente fueron donde una espiritista que les dijo que detrás de la casa había un tesoro pero el maligno estaba ahí y no podían vivir en la finca porque algunas personas habían hecho un pacto con el diablo y los habían ofrecido a ellos como carnada para poder sacar el tesoro, con el agravante que hicieron un mal pacto que estaba llevando a la ruina a la familia.

La familia en mención, muy atribulada ante tal situación y por estar recibiendo los efectos de tan maléfico pacto decidió abandonar aquellas tierras y mudarse para el casco urbano del municipio de Canalete.